Su objetivo no es la alfombra roja -aunque la pisan con frecuencia-. Sus nombres acaparan los créditos -pero pocos los reconocen-. Siempre a la sombra de guionistas, actores y directores, son conscientes de que el ego no es buen compañero de viaje en su oficio. Técnicos de sonido, efectos especiales, maquillaje, vestuario, arte y fotografía pasan a primer plano en este reportaje.
"Pues si le molesta el sillón, muévelo o quítalo [...] si es tan importante para la escena, háblalo con el operador de cámara y el director de fotografía [...] y si hay que quitarlo, se quita". Colgado del teléfono y apagando fuegos, así nos encontramos a Pedro de Gaspar, director artístico nominado al Goya por 'Zipi y Zape y el club de la canica'. En este momento rueda en Hungría y ha viajado a Madrid para estar con los suyos durante el fin de semana. Parece que el estrés y las prisas en este sector no son exclusivos de actores y directores.
Más tranquilo, confiesa que no está muy acostumbrado a esto de las entrevistas -sorprendente teniendo en cuenta su Goya por'Blackthorn. Sin destino' y sus 15 años "fabricando" entornos-. Echa la mirada atrás y con algo de nostalgia recuerda su primer trabajo "en serio". Fue en Praga y junto a Fernando Trueba; habla de 'La niña de tus ojos' (1999). No lo puede evitar y acaba confesando: "La película me dejaba con la boca abierta".Se disculpa: "Era la decoradora, en dos semanas rodamos y tenemos un problema con uno de los escenarios". Las negociaciones entre los departamentos de arte, fotografía y diseño son diarias y se extienden hasta el rodaje de la última secuencia, explica aún hiperactivo.
Desde entonces, las cosas han cambiado mucho y no sólo porque lleva años sin apenas rodar en España. Las nuevas tecnologías han transformado su departamento: "Antes se trabajaba siempre con maquetas, ahora el mundo digital te permite pensar de otra manera".
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