lunes, 5 de mayo de 2014

 

Pies y pintas contra el sistema decimal

 

 

Todo ese galimatías de medidas y muchas otras, con las que el peso, la distancia, el volumen, el área, eran calculados a partir sobre todo de la experiencia humana, y que arrojaban medidas distintas en diferentes países e incluso en diferentes zonas dentro de un mismo país, fueron sustituidas poco a poco por un patrón universal, el sistema métrico decimal, que empezaron a introducir los revolucionarios franceses desde 1799.
Hay un país en Europa, sin embargo, que siempre se ha resistido a abandonar su propio sistema, al que llaman imperial: Reino Unido. Lo más curioso es que la resistencia de muchos británicos al sistema métrico es casi igual a la que sienten hacia Europa en general y la Unión Europea en particular. Reconocen algunas ventajas, pero se resisten a renunciar a su propio sistema y, sobre todo, a lo que perciben como una imposición de fuera, aunque muchas veces esa percepción es falsa.
“Cada país tiene su cultura y su herencia, su identidad. Y esta es una cuestión que forma parte de la identidad británica”, afirma Warwick Cairns, un escritor de 52 años que en sus ratos libres hace de portavoz de la Asociación Británica de Pesos y Medidas (BWMA en sus siglas en inglés).



El sistema anglosajón de unidades es el conjunto de las unidades no métricas que se utilizan actualmente como medida principal en solo tres países en el mundo, (Estados Unidos, Liberia y Birmania), además de otros territorios y países con influencia anglosajona pero de forma no oficial, como Bahamas, Barbados, Jamaica, Puerto Rico o Panamá, y en menor grado (particularmente en ingeniería y tecnología) en Latinoamérica. Existen ciertas discrepancias entre los sistemas de Estados Unidos y del Reino Unido (donde se llama el sistema imperial), e incluso sobre la diferencia de valores entre otros tiempos y ahora. Sus unidades de medida son guardadas en Londres, Inglaterra.
Este sistema se deriva de la evolución de las unidades locales a través de los siglos, y de los intentos de estandarización en Inglaterra. Las unidades mismas tienen sus orígenes en la antigua Roma. Hoy en día, estas unidades están siendo lentamente reemplazadas por el Sistema Internacional de Unidades, aunque en Estados Unidos la inercia del antiguo sistema y el alto costo de migración ha impedido en gran medida el cambio.
Así, en el Reino Unido, a la vez que las naciones continentales adoptaban el sistema métrico, se hizo un esfuerzo de unificación de las unidades de medida, hasta entonces, como en el resto del mundo, distintas de región a región, para imponer el llamado sistema Imperial. Los Estados Unidos hicieron otro tanto, pero no siguieron los patrones de la antigua metrópoli y tomaron como base otro sistema, de modo que, generalmente, las unidades de medida inglesas son distintas de las de los Estados Unidos.
Este sistema se deriva de la evolución de las unidades locales a través de los siglos, y de los intentos de estandarización en Inglaterra. Las unidades mismas tienen sus orígenes en la antigua Roma. Hoy en día, estas unidades están siendo lentamente reemplazadas por el Sistema Internacional de Unidades, aunque en Estados Unidos la inercia del antiguo sistema y el alto costo de migración ha impedido en gran medida el cambio.
Así, en el Reino Unido, a la vez que las naciones continentales adoptaban el sistema métrico, se hizo un esfuerzo de unificación de las unidades de medida, hasta entonces, como en el resto del mundo, distintas de región a región, para imponer el llamado sistema Imperial. Los Estados Unidos hicieron otro tanto, pero no siguieron los patrones de la antigua metrópoli y tomaron como base otro sistema, de modo que, generalmente, las unidades de medida inglesas son distintas de las de los Estados Unidos.



 

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