lunes, 28 de abril de 2014

Día Internacional de los Trabajadores



El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial. Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales.
Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países.
Llamativamente, en Estados Unidos y Canadá no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos desde 1882. Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en vez del primero de mayo a partir de 1894.




martes, 22 de abril de 2014

Lo de la mujer en México es aterrador






La escritora y periodista Elena Poniatowska (París, 19 de mayo de 1932) recibirá mañana en la Universidad de Alcalá de Henares el Premio de Literatura Miguel de Cervantes, el más prestigioso en habla hispana. Hija de un príncipe polaco, Poniatowska es más mexicana “que el mole”, según sus palabras. Y es la primera autora mexicana en obtenerlo: el quinto galardón para México y la cuarta mujer en sus 38 años de historia. Confiesa que está nerviosa. “Mira, sirve que lo escuchas, para ver que no voy a decir ninguna barbaridad”, comenta.
Ha llovido en la Ciudad de México. Cae la noche. Ella es menuda, pequeña y rubia. Güerita, en mexicano. Detrás de su mirada curiosa se esconde una de las mejores entrevistadoras de México y una resuelta cronista, que ha dibujado la biografía de mujeres notables (Tina Modotti, Angelina Beloff, Leonora Carrington, y así hasta completar una larga lista) y ha relatado uno de los acontecimientos más duros en la historia del país: la matanza de decenas de estudiantes nunca se supo el número exacto a manos del Gobierno priísta el 2 de octubre de 1968, en la plaza de Tlatelolco.
No para de hacer preguntas, de interesarse por todo. Es escritora, es periodista y es curiosa. Y de ahí su trayectoria, su obra y su premio.


miércoles, 9 de abril de 2014

El anarquismo

El anarquismo no es un estado social en que no hay leyes y el caos domina todo, sino un sistema teórico político que ha tratado de establecer agresivamente lo que escribió Henry David Thoreau: "The government is best which governs least." De este modo, el conocido padre del anarquismo, el ruso Mikhail Bakunin, declaró "Even when it commands the good, [un gobierno] makes this valueless by commanding it; for every command slaps liberty in the face" (Bookchin 26). La filosofía ácrata postula que los seres humanos son capaces de llevar al cabo una sociedad de prosperidad y paz sin una estructura administrativa y artificial impuesta arriba de ellos. Esta sociedad--claramente utópica--sería entretejida por relaciones e intercambios voluntarios y también por la creencia compartida de lo bueno colectivo. "Strictly speaking, anarchism means without authority, rulerless--hence, a stateless society based on self-administration...Anarchism is a great libidinal movement of humanity to shake off the repressive apparatus created by hierarchical society" (Bookchin 17). De la misma manera en que se ve cualquier gobierno como una autoridad y así la cima de una jerarquía social, la mayoría de los anarquistas también rechazaba la existencia de Dios.

El anarquismo está vinculado frecuentemente con la violencia y el terrorismo; sin embargo, la verdad es que más gobiernos (supuestamente) democráticos e igualitarios han ejecutado a los anarquistas--a veces sin un juicio--que los anarquistas han matado por su parte. No obstante, Bakunin recomendó el uso de violencia para anarquizarse el sistema político-social que existía para cambiarlo al anarquismo. (En España, estos actos del terrorismo fueron llamados atentados.) Lo interesante es que ambos Bakunin y Kropotkin previeron una organización pequeña de liderazgo en sus épocas posrevolucionarias.

¿Por qué España? Aunque el anarquismo era un desarrollo político que tenía influencia en muchos países europeos y americanos durante la segunda mitad del siglo XIX, se puede decir sin miedo de equivocarse que solamente en España ocurría una manifestación ácrata que duraba como movimiento por más de sesenta años y representaba una verdadera amenaza para el régimen antiguo. El anarquismo español era de tan fuerza y complejidad que, a diferencia de otras manifestaciones nacionales, produjo conflictos internos entre diferentes escuelas ácratas y aun su propia ideología estética. Entre los autores canónicos de la época que participaron o coquetearon en el anarquismo español se encuentran Ramón de Valle-Inclán, Miguel de Unamuno , «Azorín» y PíoBaroja--los cuatro miembros más ilustres de la llamada Generación de '98.

El anarquismo duraba como fuerza política y social en España entre 1868 y el estallido de la Guerra Civil (1936-1939). Durante este periodo, el anarquismo era más organizado y formidable entre los años 1880 y 1915, pues la guerra mundial y luego el advenimiento de los regímenes totalitarios de Primo de Rivera (1923-1930) y de Francisco Franco (1939-1975) aseguraron que la mayoría de la resistencia política fue oprimida o eliminada. En cuanto al desarrollo prodigioso del anarquismo español, muchos historiadores han cuestionado ¿por qué ocurrió tan extensivamente en este país en lugar de otros? Como plantean Gerald Brenany Raymond Carr, el movimiento obrero ya había existido antes de la famosa llegada del anarquismobakuninista en el otoño de 1868; aún más, la resistencia dura de los industrialistas en contra de los nuevos sindicatos sólo aumentaba el alejamiento de los obreros y su creciente afinidad con el radicalismo. Además,como nos señala Carr, "Whereas socialist unionism tended to appeal to established workers, anarchism was always to attract the new recruits to industry, the rural workers caught in a strange impersonal world, and the artisan displaced and pauperized by industrialization...Sometimes anarchism seems...a protest of the members of a traditional society against the inroads of capitalism" (57). Así Carr caracteriza una gran parte de la identidad de las bases del anarquismo, pues durante la segunda mitad del siglo XIX muchos campesinos llegaban a los centros industriales de España--principalmente Madrid, Bilbao y Barcelona.

La otra manifestación del anarquismo que ocurrió en las zonas rurales de Andalucía ha sido definida como un movimiento social "primitivo" con distintas tendencias milenarias (Hobsbawm 78-9, 83). Brenan nos apunta que la ideología ácrata fue llamada sencillamente "la idea" en Andalucía y "was carried from village to villageby Anarchist 'apostles'" (157). La novela de Vicente Blasco Ibáñez, La bodega (1905), nos presenta el movimiento rural y unos de estos apóstoles llamado simbólicamente Fernando Salvatierra. En el campo, entonces, la influencia religiosa y visiones apocalípticas-revolucionarias tuvieron más que ver con lo que pasó en Andalucía que en las zonas urbanas. De hecho, muchos de los prominentes anarquistas madrileños y catalanes rechazaron catagóricamente la existencia de Dios y así era dificilísimo coordinar los programas de los movimientos rurales y urbanos. El principio ácrata de suma transcendencia era que cada sindicato oregión podía participar en el movimiento por su propia elección; de esta manera, "This freedom of choice has certainly acted often to the advantage of the Government, who have been able to suppress anarchist movements at their leisure in one province after another" (Brenan 146).

Otro factor que ayudaba el desarrollo del anarquismo español al fin de siglo era la presencia extendida de nuevos periódicos y revistas de la naturaleza política e intelectual en las cuidades. Sobre todo, la revista madrileña llamada La revista blanca publicaba muchos ensayos críticos sobre temas políticos, sociales y literarios. El historiador George Richard Esenwein ha planteado que La revista blanca era "the longest-running and perhaps most influential anarquist periodical in Spanish history" (202)
























Resumen de las noticias de los periodicos

Un bebé en la tapia de fusilamientos

Tuvo dos madres, tres nombres y un hijo, José Luis Menoyo, al que nunca reveló su verdadera historia: que el 22 de septiembre de 1937, cuando tenía poco más de un año, dos monjas la habían recogido en la tapia del cementerio de Torrero (Zaragoza) después de que fusilaran a la anarquista (Selina Casas) que le había puesto su primer nombre (Lidia); que en el hospicio la bautizaron como Natividad y que sus padres adoptivos —un médico que había sido movilizado por el bando franquista, y su mujer, ama de casa— la llamaron, finalmente, Aurora. “Me enteré de la historia de mi familia por un libro, porque mi madre nunca me contó nada”, explica Menoyo, de 55 años. “Sentí una tristeza inmensa. Es una historia trágica.

“A los cadáveres se les echaba cal viva y se les juntaba como si fueran arenques”

Los tres últimos testigos del juicio que se sigue en el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garzón reclamaron este martes que la justicia actúe contra los crímenes del franquismo, después de que representantes de la Memoria Histórica hayan relatado estos días algunos de los más dramáticos episodios que tuvieron que vivir a raíz de las sacas y traslados de sus progenitores, a los que nunca volvieron a ver. “La consigna era que de los rojos no quedase ni rastro y había que hacerlos desaparecer. Era la muerte física además de la desaparición jurídica”. Así lo ha explicado el último testigo en comparecer, Antonio Ontañón Toca, presidente de la asociación Héroes de la República, de Cantabria.

"Los niños jugaban a los fusilamientos"

¿Quién es ese hombre maduro que aparece en las fotos de juventud de Lorca, Dalí y Buñuel? Si esa es la pregunta la respuesta es: José Moreno Villa, un malagueño de 1887 muerto en el exilio de México en 1955. No mucho menor que Juan Ramón Jiménez (le llevaba seis años) ni mayor que Pedro Salinas (al que llevaba cuatro), la manía clasificatoria ha dejado a Moreno Villa fuera de foco. El mismo Rafael Alberti reconoció en La arboleda perdida que cuando se decidió a escribir sus recuerdos, el único referente que tenía para retratar la edad de plata de la cultura española era Vida en claro, la autobiografía que Moreno Villa publicó en 1944, uno de los grandes libros de memorias de la literatura hispánica. La obra es el primer testimonio del mundo roto con el golpe franquista, también el primero que narra la vida en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Allí llegó el escritor y dibujante en 1917 para ejercer como tutor de la casa, y de allí fue evacuado, 20 años después, junto a los intelectuales -Machado entre ellos- que siguieron al Gobierno republicano a Valencia.
Franco, el «amigo» de los judíos
Franco fue muy bueno con los judíos». Esta declaración sorprendería a cualquiera, sobre todo si proviene de un judío. La periodista Yolanda Villaluenga se lo escuchó a un amigo sefardí de París, a cuyo tío le había salvado el Gobierno del dictador. Villaluenga dirige el programa de documentales «Archivos», de Televisión Española, y quedó prendada de una historia difícil de explicar: la España de Franco durante la Segunda Guerra Mundial era la de la lucha contra «el contubernio judeo masónico comunista», pero también el país al que Golda Meir y el presidente del Congreso Mundial Judío, Israel Singer, agradecieron su ayuda durante el Holocausto.
«Franco no fue filosemita ni antisemita», explica Villaluenga en Nueva York, a donde ha venido para presentar su documental «¿Documentos robados? Franco y el Holocausto» en el Festival de Cine Sefardí. «Lo que aplicó fue una política dubitativa y utilitaria de la causa judía».
Durante la guerra, y una vez acabado el conflicto, el discurso del régimen sobre los judíos se adaptó a las circunstancias, cambió de registro en función del interlocutor y fue tan inconsistente que permitió que se salvaran vidas, o lo contrario. Entre 1939 y 1941, 30.000 judíos cruzaron los Pirineos huyendo de Alemania. Se les permitió ir a España por ser un país afín. Con el avance de la guerra, Alemania endureció su postura respecto a los judíos hasta diseñar el Holocausto y no permitir su salida.
El peso de Paracuellos de Jarama
Pese a que Carrillo negó siempre su responsabilidad en la matanza de los miles de presos, las evidencias históricas señalan desde los años sesenta al dirigente comunista.
Carrillo no fue responsabilizado de la matanza de Paracuellos hasta 1960
En 1930, con tan solo 15 años, ya colaboraba como periodista en el diario «El socialista»

domingo, 6 de abril de 2014

DILEMAS DE LA GUERRA CIVIL III : VICTIMAS Y REPRESIÓN

“El fenómeno represivo fue tan duro que inevitablemente surgieron una serie de mitos para que el terror pudiera ser normalizado tanto por parte de los perpetradores como por las víctimas. Estos
mitos arraigaron de tal manera que todavía hoy están vigentes en la sociedad española, en lo cual influye que solo recientemente, con la investigación y con la movilización social en torno a la memoria histórica, ha habido oportunidad de contrastarlos con la realidad de los hechos, antes ocultos, y con otro modo de ver el pasado. En realidad es la primera vez que muchas personas han hecho públicos sus recuerdos y sentimientos sobre lo acaecido en su entorno familiar.”



“Obsérvese un curioso fenómeno: los mitos en torno al caos de la República cumplen la función de justificar el desorden y la violencia Posterior. ¿Habrá mayor caos y miedo que el producido por el avance de las columnas sublevadas o el padecido por las ciudades y pueblos que sufrieron la guerra? Pero sobre todo, al criminalizar a la República, se oculta que la violencia habida en esos años no es nada comparada con la violencia y el terror que se extendieron por todo el país desde abril de 1939 hasta finales de la década siguiente. Años de terror, de muerte y de hambre, como el invierno de 1940, todo el año 1941, el peor, y buena parte de 1942, período que marcó para siempre a quienes lo padecieron. No solo se siguió matando sino que, aprovechando la guerra mundial, se dejó morir de hambre y enfermedades a los presos, que cayeron por centenares en las prisiones provinciales, y a sus familiares, víctimas de los males más diversos, desde los más comunes con que se denominaba el hambre (caquexia, avitaminosis, anemia e inanición) hasta enfermedades como el paludismo, las fiebres tifoideas o la pelagra. La mortalidad producida por el hambre diezmó el ya de por sí expurgado mundo de los vencidos. Sus consecuencias reales aún no han sido investigadas.”

“Otro mito básico es el que se centra en la terrible desgracia de las guerras civiles, lo peor que hay: la guerra entre hermanos. Cumple la función de olvidar la raíz del problema.”

jueves, 3 de abril de 2014


FOTOS DE LA ACTUALIDAD, VISIÓN DEL PLANETA



FOTOS DE LA ACTUALIDAD

Un hombre afgano vigila a la multitud concentrada en un estadio de Herat, durante un acto de la campaña electoral del candidato Abdullah Abdullah.


Concentración por el hombre que murió en un enfrentamiento entre aficionados en Helsingborg antes de un partido de la liga de fútbol sueca entre el Helsingborg y el Djurgarden.


Un trabajador ante los taburetes que forman la obra 'Heces' del artista chino Ai Weiwei que forma parte de la exposición 'Evidencia'. Se puede ver hasta el 7 de julio en el museo Martin-Gropius Bau de Berlín.



Fuerzas especiales de la policía hacen guardia ante el hotel Dnipro, mientras miembros del grupo radical ucranio Sector Derecha abandonan la que ha sido su sede central durante el conflicto de Ucrania.

La 'ley del precio único' o cómo el euro mutila el nivel de vida de los españoles



Mi opinión personal hacia los precios a los productos, es que sin en un país los sueldos son más elevados y en otro son más bajos, no es normal que se tenga el mismo precio.
Se debe adaptar a los sueldos  para así que todo el mundo pueda comprar los productos a un precio asequible. 

martes, 1 de abril de 2014

La Guerra Civil que nunca se aprendió en las escuelas


Cartel de Arnau sobre un parte oficial del cuartel general del Generalísimo. / Biblioteca Nacional (BNE)


"En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado", decía el último parte oficial emitido desde el cuartel general de Franco el 1 de abril de 1939, con la voz del locutor y actor Fernando Fernández de Córdoba.
Atrás había quedado una guerra de casi mil días, que dejó cicatrices duraderas en la sociedad española. El total de víctimas mortales, según los historiadores, se aproximó a las 600.000, de las cuales 100.000 corresponden a la represión desencadenada por los militares sublevados y 55.000 a la violencia en la zona republicana. El desmoronamiento del ejército republicano en la primavera de 1939 llevó a varios centenares de miles de soldados vencidos a cárceles e improvisados campos de concentración. A finales de 1939 y durante 1940 las fuentes oficiales daban más de 270.000 reclusos, una cifra que descendió de forma continua en los dos años siguientes debido a las numerosas ejecuciones y a los miles de muertos por enfermedad y desnutrición. Al menos 50.000 personas fueron ejecutadas entre 1939 y 1946.
Los hechos más significativos de la Guerra Civil han sido ya investigados y las preguntas más relevantes están resueltas, pero esa historia no es un territorio exclusivo de los historiadores y, en cualquier caso, lo que enseñamos los historiadores en las universidades y en nuestros libros no es lo mismo que lo que la mayoría de los ciudadanos que nacieron durante la dictadura o en los primeros años de la actual democracia pudieron leer en los libros de texto del Bachillerato. Además, millones de personas nunca estudiaron la Guerra Civil porque no hicieron Bachillerato o porque nadie les contó la guerra en las asignaturas de Historia.
Setenta y cinco años después de su final, puede ser el momento de recordar cinco cosas básicas que todo ciudadano informado debería saber sobre la Guerra Civil, pero nunca le enseñaron.

En 1936 había en España una República, cuyas leyes y actuaciones habían abierto la posibilidad histórica de solucionar problemas irresueltos, pero habían encontrado también, y provocado, importantes factores de inestabilidad, frente a los que sus gobiernos no supieron, o no pudieron, poner en marcha los recursos apropiados para contrarrestarlos.
La amenaza al orden social y la subversión de las relaciones de clase se percibían con mayor intensidad en 1936 que en los primeros años de la República. La estabilidad política del régimen también corría mayor peligro. El lenguaje de clase, con su retórica sobre las divisiones sociales y sus incitaciones a atacar al contrario, había impregnado gradualmente la atmósfera española. La República intentó transformar demasiadas cosas a la vez: la tierra, la Iglesia, el Ejército, la educación, las relaciones laborales. Suscitó grandes expectativas, que no pudo satisfacer, y se creó pronto muchos y poderosos enemigos.
La sociedad española se fragmentó, con la convivencia bastante deteriorada, y como pasaba en todos los países europeos, posiblemente con la excepción de Gran Bretaña, el rechazo de la democracia liberal a favor del autoritarismo avanzaba a pasos agigantados. Nada de eso conducía necesariamente a una guerra civil. Ésta empezó porque un golpe de Estado militar no consiguió de entrada su objetivo fundamental, apoderarse del poder y derribar al régimen republicano, y porque, al contrario de lo que ocurrió con otras repúblicas del período, hubo una resistencia importante y amplia, militar y civil, frente al intento de imponer un sistema autoritario. Sin esa combinación de golpe de Estado, división de las fuerzas armadas y resistencia, nunca se habría producido una guerra civil.


Document(3)-page-001